Los lazos que relacionan a las personas se vuelven fuertes con el tiempo debido a la frecuencia de interacción y las relaciones afectivas. La participación social de las personas depende mucho de cuan fuerte es el lazo que tiene con los movimientos y con las personas dentro de ellos. Cuando se trata de política las personas estarán de acuerdo con aquellos que compartan sus ideas y las amistades pasan a segundo termino. Un ejemplo de esto es cuando yo le voy a cierto candidato, mi familia le va a otro y el vecino le va al mismo candidato que yo. Tendré afinidad con mi vecino y su influencia será mayor en mí que la de mi familia, sin importar el lazo tan fuerte que nos une.
Un ejemplo menos político y más de acuerdo a nuestros temas contra la violencia sería que una mujer en una relación violenta le hará más caso a su agresor por la venda que tiene en los ojos y la frecuencia en que se ven, que a una psicóloga que le dice que su relación esta mal. Su lazo con su agresor es tan fuerte que le impide ver las cosas y participar con la doctora para su recuperación.
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